COLABORACIÓN
Por Willy Soriano
La ‘deuda’ (del latín debĭta, «lo que se debe a alguien») es un compromiso de pago obligado entre dos entidades (persona, grupo, empresa, Estado).
Si la palabra deuda se emplea esencialmente para devolver dinero, es decir, deuda económica, una deuda es también un concepto moral.
Ciertas deudas morales son imposibles de cuantificar o de reembolsar, por ejemplo, cuando una persona salva la vida de otra persona. Las deudas juegan un rol central en la organización de las actividades humanas, sobre todo económicas
La capacidad de endeudamiento es la cantidad de deuda máxima que puede asumir un individuo o empresa sin llegar a tener problemas de solvencia. Se suele establecer como un porcentaje sobre los ingresos.
La regla general es que las deudas no deben superar el 30% al 40% de tus ingresos. Esto significa que el total de lo que pagas mensualmente por tus deudas no debería ser más de un tercio de lo que ganas.
Siguiendo esta regla, se espera que el resto de tus ingresos, entre un 60% y 70%, se utilice para cubrir tus necesidades básicas y mantener tu vida diaria sin problemas.
Otra manera de llamar a este término económico es capacidad de crédito, precisamente, porque refleja el límite de financiamiento que podría recibir un agente económico.
Cabe resaltar que, al medir su capacidad de endeudamiento, la persona puede determinar si cuenta con los recursos suficientes para asumir una nueva deuda, por ejemplo.
Asimismo, los bancos evalúan este concepto como paso previo a la concesión o denegación de una línea de crédito. El objetivo es asegurar la recuperación íntegra del monto prestado más intereses.
Es decir, la entidad de crédito estudia a sus potenciales clientes para reducir el riesgo de impago en el futuro. De ese modo, la empresa genera beneficios.
Factores que determinan la capacidad de endeudamiento
Esta capacidad de crédito dependerá de importantes variables:
•Solvencia económica o capacidad para generar ingresos tanto en el presente como en el futuro, de cara a la devolución del principal del préstamo más intereses.
•Patrimonio y rentas actuales de los que dispone el prestatario.
•Avales o garantías por parte de terceros, así como la existencia de otros medios de pago alternativos.
Fuente: Parte de los datos obtenidos en esta publicación están contenidos en el sitio web https://economipedia.com/