La Asociación Dominicana de Profesionales de la Industria del Cine (ADOcine) convocó a sus miembros y a todas las asociaciones relacionadas con la industria cinematográfica del país, incluyendo APRODOMCINE, ADAC, ASIES, exhibidores, distribuidores, proveedores, así como a directores y estudiantes de cine de universidades y academias.
Santo Domingo, R.D.- Ante los crecientes rumores de una posible modificación a la Ley de Cine dentro de una reforma fiscal que el gobierno dominicano está preparando, la Asociación Dominicana de Profesionales del Cine (ADOCINE) convocó a una reunión de emergencia que reunió a gremios cinematográficos, productores, exhibidores, cineastas, estudiantes y profesionales del sector. El objetivo fue claro: trazar una línea de acción unificada para proteger los avances logrados en la última década y crear conciencia sobre los impactos económicos y sociales que esta ley ha generado en la República Dominicana.
En esta reunión, las principales figuras de la industria del cine, desde productores hasta representantes de los actores y instituciones academicas de cine, dejaron clara la importancia de defender la Ley de Cine frente a cualquier posible modificación que pudiera poner en riesgo su efectividad. Hans García, presidente de ADOCINE, anunció que la asociación ya ha realizado encuentros con ministros del gobierno para demostrar el crecimiento real de la industria cinematográfica dominicana. Durante la reunión, García presentó el informe con datos concretos a los presentes, reafirmando el impacto positivo que ha tenido la ley en términos de inversión y generación de empleo.
Además de Hans García, en la mesa principal se encontraban importantes representantes del sector, como Humberto (Che) José Castellanos, representante de los productores de cine; Zumaya Cordero, representante de los distribuidores y exhibidores de cine; Iván Reynoso, ex presidente de ADOCINE; Tanya Valette, representante de las escuelas de cine; Augusto Feria, representante de los actores de cine; y Albert Martínez Martín, representante de los estudios de cine.
Por otro lado, cineastas y figuras del público como José María Cabral, Nashla Bogaert, Ico Abréu, Danilo Reynoso, Frank Perozo y Miguel Céspedes también hicieron sus apreciaciones, sumándose al consenso general sobre la necesidad de preservar la Ley de Cine para asegurar el futuro de la industria cinematográfica dominicana.
Desde su promulgación en 2010, la Ley 108-10 ha transformado la industria cinematográfica dominicana, atrayendo tanto producciones nacionales como internacionales. A lo largo de estos años, se han filmado 437 producciones dominicanas y 373 extranjeras, lo que ha generado un flujo constante de inversiones millonarias, creación de empleo y crecimiento económico en múltiples sectores. Sin embargo, cualquier alteración a esta ley podría tener un impacto devastador en una industria que ha demostrado ser uno de los sectores más dinámicos y en expansión del país.
Un aspecto clave que hace destacar a la industria cinematográfica es su capacidad de autoregulación, un compromiso que pocos sectores o ninguno pueden mostrar. Conscientes de la necesidad de garantizar la transparencia y la optimización de los recursos, los gremios han implementado medidas para limitar el gasto en las producciones, estableciendo techos presupuestarios de 75 millones de pesos para películas de ficción y 25 millones para documentales. Esto no solo refleja el compromiso del sector con su sostenibilidad a largo plazo, sino que también resalta su responsabilidad con el país.
Unión para defender una industria en crecimiento
Uno de los puntos clave de la reunión fue el llamado a la unidad entre todos los sectores que componen la industria cinematográfica. Se destacó que, aunque existen diferencias, todos deben trabajar juntos para proteger la Ley de Cine y asegurar que el sector continúe siendo una fuente de empleo, divisas y desarrollo para la República Dominicana. La industria ha demostrado ser organizada, inclusiva y productiva, y la defensa de lo logrado es crucial en este momento.
Conclusión del encuentro: Proteger el futuro del cine en la República Dominicana
La Ley 108-10 ha sido el motor que ha impulsado la transformación de la industria cinematográfica en la República Dominicana, no solo por los empleos y las inversiones que ha generado, sino por su profundo impacto cultural, social y económico en todo el país.
Cualquier modificación a esta ley podría poner en riesgo una industria que aún está en pleno crecimiento, pero que tiene un potencial inmenso para seguir contribuyendo al desarrollo nacional.
El cine dominicano es mucho más que entretenimiento: es un motor económico, una herramienta de transformación social y un pilar esencial para la identidad y el desarrollo del país.
Como se destacó durante la reunión convocada por ADOCINE, la taquilla no define la industria; lo que verdaderamente la define es el impacto económico y social que genera, la forma en que mueve comunidades, empleos y sueños.
Durante estos días, la industria utilizará las consignas en redes sociales #SinLeyNoHayCine y #YoHagoCineRD para dar a conocer su postura, reafirmando que esta ley debe ser preservada y cuidada, no solo por el gobierno, sino por todos aquellos que forman parte de ella.
Como dijo el destacado gestor cultural Freddy Ginebra: “Cuando enseñas a un joven a soñar, sacas un delincuente de la calle”. El cine no solo proyecta historias en la pantalla, sino que también construye futuro, oportunidades y sueños, transformando vidas y comunidades enteras.
Fuente: https://cinedominicano.com/