COLABORACIÓN
Por Lester McKenzie Hamilton
En nuestra publicacion del Sábado pasado referíamos que hablar de baloncesto es hablar de Fernando Teruel y en esta entrega comparto mis recuerdos de una hermosa experiencia vivida en 1974.
El baloncesto, deporte que tanto apasiona, concito la atención de un amplio conglomerado de jóvenes veganos de ambos sexos en la década de los ’60 y el director del Colegio Agustiniano en La Vega para esos años, Rvdo. Ricardo Reguera, tuvo una gran cuota de responsabilidad en el desarrollo del deporte del aro y el balón.
Lo recordamos los sábados en que había partido en la cancha del colegio salir a promocionarlo en una guagüita amarilla con la bocina instalada en el techo despues de mediodia y fue la punta de lanza para que la cancha de ese colegio fuera nuestra segunda casa y el equipo Agustiniano, con Jochy Canaán a la cabeza, los responsables de poner a vibrar por todo lo alto los corazones de los fanáticos que nos congregábamos a disfrutar de esos inolvidables partidos siempre a casa llena.
Un detalle que merece ser destacado es que la gran mayoría de quienes jugábamos en esa cancha, inaugurada en 1963, no éramos alumnos del Colegio así como tampoco lo eran varios miembros su equipo.
De lunes a sábado a partir de las tres de la tarde los amantes del baloncesto disfrutábamos jugar 3×3 y cuando el quorum lo permitia 5 para 5 y fueron muchos los partidos interclubes que se celebraron con el total apoyo de los Padres Agustinos a tal punto que hasta nos facilitaban la hoja de anotacion que tenian diseñada.
A pesar de la rivalidad existente, nunca hubo siquiera un conato de pleito en la cancha ni fuera de ella. Vale la pena destacar que el Dr. Archibaldo Pérez junto con Anselmo Guzman, Jose Guzman, Manuel Sánchez Acosta y Miguel Angel Decamps, entre otros, fueron de los iniciadores de la practica de esta emocionante disciplina deportiva en nuestra Concepción de La Vega Real para la década de 1930.
El párrafo anterior sirve de introducción para reseñar lo siguiente: Finalizados exitosamente los XII Juegos Centroamericanos y del Caribe en 1974, evento que catapultó el deporte en sentido general en República Dominicana, el baloncesto que pasó del Eugenio Maria de Hostos, frente al malecón al Palacio de los Deportes, en el Centro Olímpico, se puso los pantalones largos y entusiasmó a muchos jóvenes a interesarse por la práctica de ese deporte.
Para esa época el baloncesto de La Vega estaba sólidamente establecido con clubes organizados como el Parque Hostos, La Matica, La Villa y San Antonio, por ejemplo, en la rama masculina y en diferentes categorías: mini-basket, clase D Junior, clase D, clase C y la B que era el equipo superior. El inquieto Fernando Arturo Teruel que hoy es Presidente de la Liga Nacional de Baloncesto Femenino fundada en el 2016, siendo un jovencito, logro entusiasmar a un grupo de jóvenes de sexo femenino para que se integraran a la practica del baloncesto concitando el apoyo de varios de nosotros y el sábado 6 de julio de 1974 se celebró un partido en Villa Tapia frente al equipo representativo de esa localidad en la cancha municipal.
Habrá quienes quizás no lo recuerden, pero el que guarda siempre tiene, el que busca encuentra y hace unos días encontré en mi archivo la hoja de anotación original de ese partido que finalizo 8 x 6 la primera mitad a favor de las visitantes y empatada a 8 la segunda por lo que el partido terminó 16 x 14 a favor de las veganas cuyo equipo estaba integrado por las siguientes jugadoras: Annie Bueno, 6 puntos Silvia Muñoz, 4 puntos Fineta Cabreja, 2 puntos Yadira Henriquez, 2 puntos Mariela Rivera, 2 puntos, siendo estas las jugadoras responsables de los 16 puntos del equipo vegano.
Las demás integrantes eran: Doris Marmolejos, Elsita Grullon, Elsita Gonell, Rosina Bloise, Maribel Abreu, Josefina Perez, Gloria Marmol y Mary Capellan. Recordamos que las jugadoras se vistieron en el famoso Tarro Bar de Villa Tapia, propiedad de un ilustre deportista vegano Jose Rafael (Paleco) Gomez Batista.
El anotador del encuentro fue Ervin McKenzie y el árbitro Lester McKenzie.
¡Hasta una próxima entrega sabatina!