Hoy la República Dominicana despide con profundo respeto a una de sus figuras más admiradas: doña Mary Pérez Marranzini, fundadora de la Asociación Dominicana de Rehabilitación y referente nacional de entrega y solidaridad.
Nacida el 20 de septiembre de 1926 en Santo Domingo, dedicó su vida a transformar la realidad de miles de personas con discapacidad. Su labor incansable convirtió un dolor personal —la enfermedad de su hijo— en una causa nacional que ha impactado generaciones.
Desde la creación de la Asociación Dominicana de Rehabilitación en 1963, doña Mary lideró una red de centros que hoy suman más de 35 en todo el país, brindando atención integral a quienes más lo necesitan. Fue también promotora de la vacunación contra la poliomielitis y defensora de la inclusión social.
Reconocida con la Orden Duarte, Sánchez y Mella, la Orden de San Silvestre del Vaticano y muchos otros galardones, su legado va más allá de las medallas: vive en cada paciente rehabilitado, en cada familia con esperanza y en cada profesional formado bajo su visión.
Doña Mary Pérez Marranzini no solo marcó la historia de la rehabilitación en el país, sino también la del compromiso humano. Hoy, la despedimos con gratitud, admiración y la certeza de que su ejemplo vivirá por siempre.