Hernández es responsable de una hilera de éxitos radiales que lo sitúan en un privilegiado peldaño
Santo Domingo, R.D.- Los vínculos existentes son un inexorable hecho en el discurrir de la vida y cuando acontece algo que posee un nexo, surgen vertientes, interrogantes, curiosidad o simplemente una actualización del o los protagonistas involucrados. Tal es el caso de la aún pegajosa canción a ritmo de salsa, «Ven, Devórame Otra Vez», que permanece intacta en el gusto popular tal cual hubiese sido lanzada ayer.
El motivo de este artículo va enfocado al autor de la previamente citada canción y es que el mismo es dominicano nacido en Santo Domingo y quien responde al nombre de Palmer Hernández.
Quien suscribe estas letras logró un contacto con el reputado autor de letras y quisimos abordarle, tras solicitud previa, para dar a conocer aspectos de su oficio para deleite de nuestros lectores.
De entrada puedo confesar que en una conversación telefónica que contabilizó 18 minutos, pude constatar a un ser humano sencillo, sin pretensiones, moderado, tímido y muy afable a pesar de acceder a hablar con un perfecto extraño.
Palmer Hernández es de esos genios que nacen cada cierto tiempo y duramos otro extenso lapso temporal sin ver surgir de esa estirpe. De hecho, el regalo de una grabadora por parte de sus padres a la edad de 10 años, cambiaría su vida para siempre y seis años después ya se probaba como compositor.
Similar a la industria cinematográfica, los rostros expuestos mediáticamente son los intérpretes de roles que les agencian fama global, pero que detrás de esos diálogos, hay guionistas quienes escribieron los mismos.
Más allá de «Ven, Devórame Otra» Vez», la cual fue entregada a los productores de la disquera TH Rodven (el dominicano Frank Torres y el boricua Julio César Delgado), vía recomendación de Joan Minaya en una reunión en ese entonces, Palmer Hernández es el personaje detrás de cámaras responsable de otros conocidos temas musicales como «No Tuve Nadie» y «Una Sucursal» también del desaparecido Lalo Rodríguez.
No obstante, el talento de este criollo radicado en EE.UU. desde 2011, quien pululó en los días de «Sábado de Corporán» al escucharse su voz coral en la promo «…El Sábado es de Corporán…«, es alguien de crear composiciones al instante, incluso, de último minuto si se trata de algo para terminarlo antes de 24 horas. En ese menester, la famosa canción «Ven, Devórame Otra Vez» fue escrita en 9 horas.
Otras reconocidas composiciones
Tras el arrollador y masivo éxito internacional de «Ven, Devórame Otra Vez», el nombre de Palmer Hernández quedó sellado en los anales de compositores claves de la era romántica y sensual del género de salsa, tras concluir una desmesurada (y depurada) fase matizadas por elaborados arreglos orquestales (tildados de música a la tecnicolor) y cimentadas en historias tan enervantes, que se ajustaban a vivencias reales ajustables al oyente en cualquier latitud latino americana.
Los siguientes éxitos de Palmer, ahora parte integral de una segunda propuesta en la salsa al explorar sensualidad y sexualidad sutil, fue otro sólido hit en voz del también puertorriqueño David Pavón con «Aquel Viejo Motel», canción ésa que todavía en la actualidad suena globalmente en la radio, sets de antros bailables, dispositivos móviles personales y en sistemas de sonido vehiculares, de esos que retumban sónicamente con meticulosa ecualización.
Ese tema fue hecho suyo un sinfín de escuchas quienes asumieron el relato de la canción como vivencias personales y provocó aún más el indiscutible éxito obtenido.
Eventualmente canciones como «Sin Tabú» y «Cada Vez» de Hildemaro; «Ámame» del Gran Combo; «Tu Prenda Perdida» de Tony Vega; «Desordenarte» de Domingo Quiñones; «Antídoto y Veneno» y «Para qué Vuelves» de Eddy Santiago; «Que Se Sienta» de Óscar de León; la Puerto Rican Power y su popular «Para Amarte Ahora»; los hits de la orquesta dominicana The New York Band, «Nunca Tuve Un Amor Así» y «Mejor Me Mato» y «Nunca Te Quedas» de Frankie Ruíz, son apenas un puñado del testimonio escrito por Palmer Hernández en canciones que se quedarán para la posteridad.