Altos de Chavón, La Romana, R.D.- El concierto denominado Ricky Martin Sinfónico Acompañado de la Orquesta Sinfónica Nacional, se constituyó en un éxito masivo al llenarse totalmente el icónico Altos de Chavón la noche de este sábado 2 de septiembre.
El concierto dirigido por el maestro José Antonio Molina, constó de una batería de 54 músicos los cuales ejecutarían los principales éxitos del artista puertorriqueño en versión sinfónica.
Por su parte la producción estuvo a cargo del empresario Gamal Haché, quien logró una propuesta única al país como parte de la gira mundial.
Un heterogéneo grupo de entusiastas asistentes minaron las piedras del Anfiteatro de Altos de Chavón, en su gran mayoría público femenino adulto contemporáneo, jóvenes de mediana edad y una sopesada presencia de adultos mayores, se fusionaron al unísono a las 9:34 p.m. cuando entró al escenario el Maestro José Antonio Molina acompañado de un efusivo aplauso y gritos de altos decibeles.
Minutos después entró Ricky Martin y el público enloqueció con su presencia, quien inmediatamente comenzó a interpretar el set de sus hits conocidos. Interactuó de manera puntual y saludó a los presentes, agradeciendo en reiteradas ocasiones, el respaldo brindado a su carrera en República Dominicana.
Hubo un momento de furor cuando en uno de sus cambios de vestuario, retornó al escenario sosteniendo la bandera dominicana.

Dos enormes pantallas verticales en ambos del escenario y una horizontal al centro, captaban los momentos más emotivos y enérgicos de las interpretaciones.
En ese menester, una gigante tramoya minada de múltiples luces que variaban de colores conforme se desarrollaban las distintas melodías interpretadas con potente voz del boricua y un impecable sonido.
El espectáculo tenía precio de las entradas que iniciaban en RD$5,900 a nivel general, RD$8,900 el área VIP y RD$27,900 frente a la tarima.
Temas como María, La bomba, Fuego de noche, nieve de día, Vuelo/El amor de mi vida/Te extraño, te olvido, te amo, Vuelve, Tu recuerdo, La Copa de la vida, y por supuesto Livin’ la Vida Loca, entre varios otros fueron parte de set musical seleccionado por Martin.
El concierto terminó a las 11:17 p.m. con una estridente ovación del público asistente que retribuyó al cantante con vítores, expresiones a todo pulmón de agradecimientos y aplausos prácticamente interminables, tras éste cambiar por cuarta vez de atuendo y siempre con tenis blancos que lucían bastante cómodos.
Ricky Martin pidió una ovación al Maestro José Antonio Molina, así como a la Orquesta Sinfónica Nacional y luego se despidió formalmente de su público, con previo agradecimientos a su banda musical y a los músicos dominicanos incluidos en la presentación.