COLABORACIÓN
Definición: El poder político es la lógica del ejercicio de las funciones por parte de las personas que ocupan un cargo representativo dentro del gobierno. Generalmente, este influye en el comportamiento, ya sea en pensamiento o en el actuar de una sociedad.
Ejemplos:
• Es legítimo cuando es elegido conforme a las leyes del país (constitución). En países democráticos tiene como sustento la legitimidad otorgada por el pueblo mediante el voto popular (elecciones), pero se le suele considerar abusivo cuando se excede en el ejercicio de sus funciones, en materias que están dentro del ámbito de los otros poderes (intromisión de poderes).
• El poder político es ilegítimo cuando utiliza mecanismos no autorizados por las leyes y se adueña del poder gubernamental (ejecutivo-legislativo) sin tener la legitimidad del pueblo, otorgada por el voto popular.
• Es tiránico cuando se obtiene por medio de la fuerza o de manera autoritaria de modo que es un gobierno ilegítimo.
Contexto
Por Ángel Artiles Díaz
El poder político hace que muchas veces, algunos funcionarios públicos olviden que la prudencia es una virtud, pero que para ejercitarla se debe contar con una capacidad que se denomina ‘la razón práctica’, esa que ayuda a discernir a la hora de tomar decisiones.
Regularmente, personas favorecidas con alguna cuota de poder confunden el fin con el medio, la pista con la meta y la gimnasia con la magnesia.
Echan en saco rotó la prudencia, porque ignoran que en los medios (no de comunicación) es que está la garantía de alcanzar el fin, sin una prudente administración del medio, la pista se pone resbalosa y se enloda la posibilidad de alcanzar el fin, la meta.
Casi siempre, los que alcanzan algún trozo de poder, ni siquiera se imaginan que, San Ignacio de Loyola, en el libro ‘Ejercicios Espirituales’ proponía tres preámbulos para orar:
a. Conocer la historia,
b. Contemplar el lugar,
c. Tener claro el fin que se busca.
El político que más abunda, por regla general, no tiene claro el fin que persigue. No sabe inferir las situaciones que pueden derivarse de actuar guiado a ciegas por la emoción que les sustituye el razonamiento y lo hace tropezar con los muros de la realidad, que es donde se aloja el medio que posibilita llegar al fin.
Cuando una persona se dedica a la actividad política y asciende a la cima del poder debe tener muy presente que, el fin (la meta) debe ser la razón de su ser y que sus actuaciones constituyen el medio para llegar.
En el camino del poder, las espinas nacen silvestres, no hay que abonarlas, pero, si el politico, convertido en funcionario público está dotado de inteligencia emocional, sabe, bien que debe saber, que no todo el que siembra espinas cosecha rosas.
El ejercicio de una función pública es un medio para que el político inteligente cultive rosas, cuidando de no herir con las espinas, que siempre adornan el poder.
Las heridas inferidas en el ejercicio del poder llenan de espinas el medio y mañana dificultan alcanzar el fin.
El autor es catedrático universitario, locutor, periodista y abogado. Posee una Maestría en Lingüística Aplicada al Idioma Español y además es ensayista.