COLABORACIÓN
Por Lester Mckenzie
El pasado Jueves 13 de los corrientes estuve de visita en nuestra Vega lo cual me dió oportunidad para hacer un poco de “turismo de recreación”.
Doblando calles y enderezando esquinas, pasé por el antiguo Liceo Don Pepe Álvarez en la Av. García Godoy y trataré de recrear como han cambiado las cosas después que pasó a manos de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña a principios de los ’70 hasta la fecha, entendiendo y aceptando que los tiempos son cambiantes, jamás estáticos:
A) En la actualidad la entrada se realiza por una sola puerta, las que usaban las hembras, y el patio del área del jardín donde ellas se concentraban ha sido encementado usándose como parqueo para vehículos y motores con una caseta para el control de acceso y una cafetería quedando uno que otro banco así como algunos árboles incluyendo el frondoso limoncillo.
B) El área donde los varones hacíamos deporte, jugábamos pelota, etc, (parte sur) ha cambiado por completo.
La cancha mixta de baloncesto y volleyball ha sido reubicada y la han colocado hacia donde estaba el espacio usado para jugar pelota, exactamente por donde estaba el home plate y el pitching box.
Recuerden que detrás del home plate había una mata de mangos que llamábamos venezolanos, pequeños,y muy dulces la cual desapareció. La verja que separaba el patio del Liceo de la propiedad de la familia Teruel-Espinal aun esta ahí, malla ciclónica desde el fondo hasta donde inicia el edificio (lado Sur-oeste) y de ladrillos desde este punto hasta el frente y la mata de Amapola que estaba después de los escalones para bajar al patio (lado varones), también paso a engrosar las paginas del baúl del recuerdo.
En una ocasión, siendo estudiantes aun del Liceo, se hablo que aumentar la cantidad de aulas del lado de los varones <8hacia el Sur) y se hizo una zanja para la zapata frente a la mata de Amapola lo cual nunca ocurrió. Hoy eso es realidad con unos salones que se han construido.
Una anécdota jocosa respecto al “Play” donde jugábamos pelota:
Una de las reglas de terreno era la siguiente: Si al batear la pelota cae en el patio de “Los Terueles” (los apellidos importantes de dos silabas se pluralizan, ej. Valdezes, Brugales) es “trile”, o sea eran los 3 outs. También recuerdo que por las tardes se celebraban desafíos de pelota que llamábamos “conga” donde se apostaba dinero y jugaban “los grandes”, entre ellos, don Pablo de la Mota, José Frank Ramos, Antonio Torres (El Tolargo) a quien había que correrle las bases pues tenia problemas de callosidades en los pies, Victor Cosme, Tabaré y Enriquillo Ramos y Chijole, un personaje que apareció y se estableció donde Atica Mota, entre otros.
C) El área de jardín detrás de la oficina de la dirección aún está ahí y el de la parte frontal ha cambiado por completo pues ha sido pavimentado.
Ese día que tuve la hermosa oportunidad de volver a leer una que otra pagina del libro donde esta escrita la historia de mis inolvidables años del bachillerato y que me permitió reencontrarme con ese maravilloso pasado, sentí una indescriptible sensación de nostalgia mientras caminaba por los pasillos.
Al retirarme, me detuve en el lado de entrada de los varones mirando hacia el edificio y volví a ver al señor Del Orbe parado en los dos mosaicos de costumbre, como siempre impecablemente vestido con saco y corbata, con el lápiz amarillo entre los dedos de su mano derecha cerciorándose de que los estudiantes llegasen correctamente vestidos y dando los buenos dias. ¡Ohhhh Vega de mis recuerdos!
Nota: La estación de combustible, Shell en aquella época y regenteada por don Toguito Ramos e hijos, aun esta ahí siendo remodelada en estos momentos por otra franquicia y la Av. García Godoy es una vía en dirección Oeste-Este hasta el recordado «pantalón» donde está el Parquesito de Los Estudiantes, donde inicia la calle Benito Monción que termina en la Colón.
¡Hasta una próxima entrega sabatina!